
Olivoleína
Fuente rica en ácidos grasos esenciales que contribuyen a restaurar los niveles naturales de humedad de la piel. La alta concentración de ácido oleico y la presencia de antioxidantes hacen que sea un elemento fundamental en la reconstrucción de las membranas celulares y por tanto en la regeneración de la epidermis, proceso sin el cual nuestra piel mostraría un aspecto apagado y carente de vitalidad.
Por su característica textura ayuda a crear una película protectora que cumple una doble función: evitar la deshidratación y proteger la piel de las agresiones externas.

Centella asiática
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los preparados de centella asiática están indicados por vía tópica como cicatrizante, en especial para acelerar la curación de heridas postraumáticas o postquirúrgicas.
Se ha comprobado que la fracción triterpénica de la centella asiática mejora las alteraciones de la pared de los vasos venosos (efecto fleboprotector) y de la microcirculación, reduciendo la permeabilidad capilar y aumentando la resistencia vascular.

Licopeno
Es un carotenoide de la misma familia que el beta-caroteno que origina su característico color rojo. El licopeno es un bloqueador de UV natural y en combinación con sus propiedades antioxidantes se ha convertido en uno de los ingredientes más importantes en tratamientos de la piel.
Posee propiedades antiinflamatorias.
Actúa equilibrando la producción de melanina e iguala el tono de la piel.

Aceite de rosa mosqueta
El aceite de rosa mosqueta presenta seis propiedades dermatológicas características:
1. Regenerativa: activa la regeneración celular en lesiones o cicatrices cutáneas y permeabiliza la membrana celular.
2. Hidratante: frena la pérdida de agua transdérmica y restablece la barrera lipídica cutánea.
3. Antiinflamatoria: modula mecanismos inmunológicos y la microvascularización.
4. Revitalizante y reepitalizante: estimula la producción de colágeno y elastina en el fibroblasto, mantiene la flexibilidad de la piel.
5. Antioxidante: bloquea la actividad de los radicales libres debido a la presencia de trazas de antioxidantes.
6. Despigmentante: distribuye homogéneamente la melanina por la presencia de ácido transretinoico natural.
El aceite de rosa mosqueta Licotop al tener mayor concentración de licopenos posee mayor actividad antioxidante y mayor efectividad frente a los radicales libres. Su poder cicatrizante es mayor que el de la rosa mosqueta normal.

Hamamelis
1. Activa la circulación de la piel y tiene un efecto cicatrizante y astringente. Se utiliza en dermatitis, eccemas, piel seca y arrugas.
2. Hemoestático.
3. Venotónico. Contrae la pared de las venas, activando la circulación sanguínea en su interior. Resulta muy útil en caso de varices, piernas pesadas y hemorroides.

Bisabolol
Se trata de un principio activo ampliamente utilizado en cosmética que proviene del aceite esencial de la flor de manzanilla y cuyas propiedades más destacadas son:
1. Alto poder desensibilizante y calmante, lo que lo hace muy adecuado para tratar las pieles especialmente sensibles.
2. Es un potente antiinflamatorio: unido a las propiedades anteriores, justifica su uso como ingrediente habitual de los productos diseñados para estos fines, como los utilizados para después del láser y tratamientos agresivos sobre la piel.
3. Es muy efectivo para combatir o evitar la irritación y rojeces y, además, posee propiedades suavizantes.
4. Protege la piel de los daños provocados por los radicales libres y por tanto es ideal para restaurar la sensación de bienestar cutáneo.

Caléndula officinalis
La caléndula se utiliza muy a menudo en tratamientos de enfermedades de la piel como eccemas y pequeñas manchas rojizas. Al ser un excelente cicatrizante, es coadyuvante de heridas abiertas y pequeñas úlceras.
Es eficaz para reducir el dolor por sus propiedades como calmante y muy utilizado en tratamientos de síndromes inflamatorios de tipo vascular, como varices, en hemorroides y en proctitis.